?t=crop&x=0.011&y=0.000&width=0.979&height=1.000&outputWidth=188&outputHeight=128)
?t=crop&x=0.116&y=0.000&width=0.814&height=1.000&outputWidth=188&outputHeight=128)
?t=crop&x=0.156&y=0.000&width=0.814&height=1.000&outputWidth=188&outputHeight=128)
René y el karité: cuidados hidratantes para acabar con la sequedad del cabello
Ecológica y ética, la manteca de karité utilizada en todos los productos Furterer procede exclusivamente del trabajo de las mujeres de SOTOKACC, una cooperativa de Burkina Faso con la que la marca colabora desde 2007. Esta cadena de suministro responsable es el resultado de un encuentro entre Nathalie Ouattara, fundadora de la estructura, y Pierre Fabre, a quien pudo convencer de la calidad de su aceite y manteca de karité, y de la pericia de sus empleados. Hoy en día, la manteca y el aceite de karité son los ingredientes estrella y los activos de la gama Karité, especialmente diseñada para cabellos secos y muy secos, y el secreto de la gama Karinga para cabellos encrespados y gruesos. Sus cualidades nutritivas lo convierten en un poderoso aliado para todos los cabellos con falta de hidratación
Búsqueda por tema, rango o tipo de producto
Gracias a su alta concentración de omega 3 y antioxidantes, actúa tanto sobre la fibra como sobre el cuero cabelludo para devolver la comodidad.
100% de origen natural, con certificado Bio; este suministro, con la certificación Fair For Life de Ecocert, permite a René Furterer continuar con la cadena de suministro ética con la que se ha comprometido desde hace más de 15 años.
La manteca de karité proporciona una hidratación profunda para devolver la suavidad y flexibilidad al cabello seco o muy seco.
En resumen: sí. El éxito de la manteca de karité puede resumirse en tres palabras: textura, composición y propiedades. Al tacto, la manteca es un tesoro sensorial: cremosa y fácil de aplicar, sobre todo en cabellos muy gruesos, ha encontrado su lugar en muchos productos para el cuidado del cabello seco por su capacidad para volverlo irresistible, denso y rico.
Pero es en términos de composición donde la manteca de karité marca realmente la diferencia: con casi un 10% de insaponificables (la parte insoluble, no transformable, que retiene los activos más interesantes), aplasta a la competencia, que suele rondar el 1%. Con vitaminas A y E (antioxidantes), kariteno (protección UV) y alcoholes triterpénicos (antiinflamatorios), la manteca de karité está repleta de moléculas con beneficios científicamente probados. Los ácidos grasos esenciales, vitales para el funcionamiento de la piel e imposibles de sintetizar por el ser humano, también están presentes en grandes cantidades en la manteca, lo que justifica su valor nutritivo.
Además de estas excepcionales cualidades, la manteca de karité también se distingue de los aceites por su facilidad de aplicación, su capacidad para proteger y envolver la fibra capilar con una película lipídica nutritiva, y su efecto cubriente, que ayuda a limitar la transpiración y, por tanto, el cabello seco. Contrariamente a la creencia popular, la manteca de karité no hace que el cabello crezca más rápido, pero ayuda a hidratarlo en profundidad y a protegerlo de las agresiones externas, ¡y eso ya es mucho!
