El trabajo de crupier no es ordinario. ¿Cómo es el mundo del juego para una mujer joven?
Como en muchos otros ambientes tradicionalmente muy masculinos: las chicas son mejores, pero somos menos. (risas) Es una profesión relativamente desconocida, pero muy estimulante y gratificante. Se necesita mucha concentración y autocontrol, una mirada aguda y una mente avispada. Se aprende mucho sobre una misma, y el telón de fondo de unas salas tan bonitas te empuja a cultivar cierta elegancia, a cuidarte, a estar siempre lo mejor posible, ¡o al menos a intentarlo!
¿Es fácil cuidar tu cabello cuando trabajas de noche?
No es más difícil que cuando se trabaja durante el día. Mi trabajo lo requiere. Tengo el pelo largo, pero no hay manera de tenerlo suelto en el trabajo. Se requiere un atuendo apropiado: un traje de tres piezas con pajarita y camisa blanca, siempre elegante, con un bonito moño o coleta. Ser elegante es parte de mi trabajo. La imagen del establecimiento está en juego. Lo único complicado es la falta de luz. Sobre todo en invierno. No veo la luz del día cuando trabajo. Empiezo sobre las 20:00 y termino sobre las 06:00. No puedo evitar sentir que mi cabello está apagado y que se me cae mucho.