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Alrededor del 41 % de las mujeres europeas manifiesta tener el cuero cabelludo sensible.
La sensibilidad de la piel es una condición cada vez más común entre la población mundial. Esta mayor reactividad es el reflejo de una sociedad estresada que vive en un entorno cada vez más contaminante y que provoca ansiedad.
El cuero cabelludo sensible se reconoce porque no tolera nada y se manifiesta con una sensación de molestias o de picor.
Su función de barrera está deteriorada y el film hidrolipídico es deficiente. Las células nerviosas se caracterizan por una excesiva reactividad a los elementos externos.
Por analogía con el síndrome de la piel sensible, el cuero cabelludo sensible se describe como un fenómeno neurosensorial. Se caracteriza por una respuesta exacerbada del cuero cabelludo a los estímulos internos y externos.
Estas reacciones pueden verse amplificadas por un contexto emocional o psicológico particular.
Un cuero cabelludo sensible es especialmente frágil. Esta fragilidad es el resultado de una estimulación excesiva de las células nerviosas ante una deficiencia natural del film hidrolipídico (FHL).
De hecho, la protección natural del cuero cabelludo, y de la piel, la proporcionan normalmente dos elementos:
Un cuero cabelludo sensible no es una condición temporal. Es una característica intrínseca y permanente del cuero cabelludo.
La sensibilidad es innata y, en última instancia, no tiene una causa específica.
Aunque no tiene una causa específica, esta hipersensibilidad natural se ve agravada por diversos factores:
Las terminaciones nerviosas de la dermis y la epidermis pueden ser activadas por muchos estímulos externos. El mensaje nervioso procesado se dirige entonces al sistema nervioso central antes de emerger en el cerebro.
Un cuero cabelludo sensible es el resultado de que estas células nerviosas sean demasiado receptivas a la información que se les transmite. Esto hace que se perciba una sensación desagradable en el cuero cabelludo.
Un cuero cabelludo sensible se caracteriza por síntomas neurosensoriales. Puede haber una sensación moderada de tirantez o calor, pero también un hormigueo o picor en el cuero cabelludo. A veces puede haber un enrojecimiento temporal.
Entonces se manifiesta con una sensación de picor.
A menudo escuchamos el comentario: "¡Mi cuero cabelludo no tolera nada! "
Todos estos signos corresponden a una sensibilidad natural y permanente del cuero cabelludo. Por lo tanto, pueden estar presentes de forma crónica.
Para tratar el cuero cabelludo sensible, la prioridad es reducir su reactividad.Por lo tanto, es su umbral de sensibilidad el que hay que bajar y regular.
Menos reactivo, ya no desencadena estas reacciones sensoriales excesivas.
Una vez calmado el cuero cabelludo, hay que protegerlo de forma duradera.
Esto significa reforzar sus defensas naturales reparando su función de barrera protectora. Si está mejor protegido, se verá menos agravado por factores externos. Este nuevo equilibrio evitará el riesgo de recurrencia.
Es importante optar por productos de alta tolerancia ricos en ingredientes activos seleccionados por su suavidad y propiedades calmantes. El champú debe limpiar con suavidad y respetar el equilibrio del cuero cabelludo.
Algunos extractos naturales calman y reducen la reactividad del cuero cabelludo. Por lo tanto, proporcionan un confort inmediato. Si está permanentemente calmado y protegido, el cuero cabelludo puede recuperar su equilibrio natural. El cabello quedará suave y brillante.
Consejo 1: Escoja productos capilares sin siliconas ni ingredientes agresivos. Preste especial atención a los productos de peinado utilizados.
Consejo 2: Espaciar la coloración o decoloración tanto como sea posible, especialmente si los ingredientes activos no son de origen vegetal. Opte por los tintes vegetales.
