La combinación de vitaminas con estos activos naturales permite diseñar tratamientos muy eficaces para mejorar el bienestar del cuero cabelludo irritado.
La vitamina E es un antioxidante que ayuda a neutralizar los radicales libres responsables del envejecimiento y del debilitamiento de los tejidos. El cuero cabelludo está protegido de estos efectos oxidativos nocivos.
Al mismo tiempo, el ácido linoleico está generalmente presente en la vitamina F. Este ácido graso esencial actúa como una barrera hidrolipídica y protege así el cuero cabelludo contra las agresiones externas, así como de la deshidratación.
La vitamina A interviene en la formación de la piel y las membranas mucosas, por lo que desempeña un papel importante en el proceso de curación. También favorece la regeneración de las células del estrato córneo.
Con un tratamiento que combina estos diferentes activos y vitaminas, el cuero cabelludo recupera el equilibrio y se alivia a largo plazo. Inmediatamente se siente suave y confortable. El cabello queda flexible, brillante y fácil de peinar.