¿Cambió mucho su aspecto y su vida cotidiana?
Desde entonces, siempre he tenido barba. Porque sí, no crece por arriba, así que crecerá por abajo. Al menos tiene control y se ve mejor que estar completamente sin cabello.
Por lo demás, todos nos hemos dicho más o menos que hay que estar en forma, que hay que hacer ejercicio. Ser calvo puede tener clase, solo si no se tiene barriga. Tal vez sea una presión que algunos se imponen, pero es así. Le falta algo, así que intenta quedar bien.
Y luego hay otra dimensión: afeitarse la cabeza es una exposición completa. El cabello le permite esconderse, darse un estilo o ser como los demás, mientras que una cabeza calva le hace destacar. Y eso, al principio, no es fácil. Se siente solo, o como el patito feo. Y para aceptar esta exposición, hay que desarrollar habilidades sociales adicionales: desde el humor, hasta la confianza en uno mismo, pasando por el carisma. Esta vulnerabilidad debe ser aceptada, asumida y superada.
¿Por qué creó el Bold Club?
Devolver la confianza a miles de hombres y mujeres que pierden su cabello. Queremos ayudarles a superar este obstáculo, decirles que no es grave. Al contrario; vamos a hacerlo más fácil, e incluso deseable. Alguien que lo acepta, se ve bien. Es escandaloso que la sociedad en su conjunto haga sentir a estas personas que es un problema.
Y queremos que los calvos se sientan representados. Vamos a ofrecer productos ecodiseñados específicamente para nuestros socios (como esta crema matificante), ventajas (una tarjeta Bold) y servicios dedicados a nosotros. Antes, las marcas no consideraban a los calvos en absoluto, salvo como una desventaja que debía corregirse absolutamente con cirugía estética o productos insalubres.