¿Le gusta a Harper jugar con diferentes peinados?
Sí, elige los accesorios conmigo: le gusta elegir sus pasadores, incluso los que no son para niños, ¡porque todo se sostiene en su denso cabello! También le gusta la famosa diadema, atada en la parte superior. Así que podemos jugar con diferentes estampados y colores. También hemos probado con trencitas. ¡Harper es muy curiosa!
¿Por qué es importante el momento del cuidado capilar entre madre e hija?
Siempre he tenido muchas conversaciones familiares sobre el cabello. Recuerdo que mi hermana y yo nos pasábamos horas por la tarde en el sofá peinando a mi madre. Son momentos únicos y preciosos. Mi madre tiene el cabello rizado (totalmente diferente al nuestro) y aprendimos a cuidarlo.
¿Cómo se aprende a amar el cabello?
Creo que es una cuestión de delicadeza. Y de libertad. No quiero que Harper se sienta coaccionada, forzada. Quiero que su relación con su cabello sea siempre positiva. Si luego quiere alisarlo, hacer algo de color, lo probará. Lo que me importa es que los productos para el cabello sean sanos.
Mi hija hará lo que quiera con su cabello. Así es como te conoces a ti misma, y te sientes orgullosa.
En Nueva York, el cuidado del cabello es muy importante. Hay una expresión (que hay que tomarse al pie de la letra) que dice que lo mejor es casarse con un médico o con una peluquera. ¡Porque aquí se da mucha importancia a la peluquería! Los domingos puedes ir en chándal y zapatillas de deporte, pero tu peinado debe estar siempre impecable. Tengo un enfoque más bien al natural hacia el cabello. Me gusta la idea de dejarlo como está.