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Anissa,26 años
Véronique Majoros, Directora del Instituto René Furterer
El cabello rizado está de moda, ya sea ondulado o con rizos sueltos o tensos, naturales o peinados. Sin ser esclavos de la plancha, los rizos pueden respirar y adquirir su propia personalidad. Pero el cabello ondulado lleva trabajo, ¡excepto quizás para las más afortunadas! El cabello rizado tiene necesidades muy específicas, como la hidratación, los cuidados antes y después del champú, el mantenimiento diario, los cortes y los peinados.
El término «cabello rizado» comprende varios tipos de rizos y texturas capilares: cabello ondulado, rizado, encrespado y muy rizado. Tienen una cosa en común: la necesidad de hidratación. Aunque nos encantan por sus curvas, esto los hace más frágiles. En las curvas que forman los rizos, el diámetro del cabello es más fino y las fibras capilares tienden a levantarse más fácilmente. Su forma también implica una peor distribución del sebo y un debilitamiento de la barrera hidrolipídica. Como resultado, pierden la humedad más rápidamente, lo que puede conducir a un cabello rebelde y dañado. Tener un cabello rizado bonito requiere un buen ritual capilar. Deberás utilizar productos de cuidado capilar nutritivos e hidratantes adecuados a la naturaleza de tu cabello y optar por las técnicas menos agresivas posibles si quieres rizarlo con tranquilidad.
Para conseguir unos rizos y ondas fantásticos, todo empieza en la ducha. Elige un champú para cabello rizado adecuado a tu cuero cabelludo y a tu tipo de cabello para ayudar a definir ligeramente los rizos. Lo preferimos sin siliconas, que tienden a apelmazar y ahogar el cabello. Apuesta por nuestro champú Sublime Curl y por nuestra gama de productos para el cabello rizado con extracto de acanto, un activo con propiedades rizadoras patentadas.
Antes de salir de la ducha, tómate el tiempo de aplicar un producto desenredante adecuado para nutrir tus largos y puntas, como nuestro Acondicionador desenredante activador de rizos Sublime Curl, para aplicarlo sobre el cabello húmedo. Una vez a la semana, alternamos con un producto de cuidado más intenso de las gamas nutritiva o reparadora y dejamos actuar.
El secado también está en el punto de mira: para no debilitar aún más la fibra, preferimos secar con un difusor o, mejor aún, al aire libre, desterrando nuestro secador. Envuelve tu cabello en una toalla, a ser posible de microfibra, durante unos diez minutos para absorber el exceso de humedad sin resecarlo.
Termina con una crema sin aclarado para realzar la forma, nutrir en profundidad y facilitar el peinado. Nuestra Crema nutri-activadora de rizos Sublime Curl se convertirá pronto en tu nueva mejor amiga en tu ritual capilar.
Evita cepillar el cabello seco, ya que puede soltar tus rizos y hacerlos menos flexibles. Lo mismo ocurre con el roce excesivo de la toalla. Por ello, el cabello rizado se cepilla mejor cuando está mojado o húmedo, preferiblemente con un peine de púas anchas.
El corte dependerá de la calidad y la textura de tus rizos. El cabello rizado tiende a ser más voluminoso en las puntas que en las raíces. Opta por cortes a capas que distribuyan el volumen en toda la longitud y enmarquen mejor tu rostro. No tengas miedo del flequillo, pero que sea largo para dar más flexibilidad a tus rizos. Lo mismo ocurre con los peinados en tu cabello rizado: no huyas de los coleteros. Todo es posible para tu cabello rizado, desde trenzas hasta coletas y moños. Solo hay una regla: evitar apretar demasiado para no dañar los largos.
Por último, para prolongar el efecto de tu corte de pelo y remodelar tus ondas a lo largo del día, humedece tus rizos con un spray para recuperar el movimiento entre dos cuidados y redefinir tus rizos, o revitalízalos con un spray reactivador como el de nuestra gama Sublime Curl. Un efecto natural garantizado para tu cabello rizado sin el encrespamiento ni el efecto acartonado.
