Asteraceae, la margarita nativa americana que alivia la irritación
Lleva siglos coloreando las llanuras del Medio Oeste americano con sus tonos morados, pero los botánicos de Pierre Fabre solo tienen ojos para sus raíces. Las asteráceas son una de esas familias de plantas con innumerables virtudes que abundan en la farmacopea occidental. Pero ¿qué sabemos realmente de ello? ¿Qué misterioso poder tiene para tratar tan bien nuestras irritaciones y picores?
El poder de las flores
Originaria de América del Norte, la equinácea púrpura de hoja estrecha (Echinacea angustifolia) es una planta de la familia de las asteráceas. Es una de las pocas plantas medicinales de esta parte del mundo que ha cruzado los océanos para ofrecernos sus beneficios. Bien conocida por las tribus nativas de la parte central del continente, la Echinacea angustifolia era incluida por los comanches, siux y cheyenes en los botiquines de primeros auxilios mucho antes de la llegada de los colonos europeos. Detrás de su aspecto de volante de bádminton se esconden propiedades calmantes y curativas, que se han utilizado durante siglos para tratar las mordeduras de serpiente, las dolencias respiratorias, los dolores de muelas, las úlceras y ciertas enfermedades víricas.
Introducida en Europa tras las primeras exploraciones, esta planta perenne sigue siendo un referente en la farmacopea europea, ya que se encuentra en más de 300 productos farmacéuticos.
Suave y fuerte al mismo tiempo
Aunque la Echinacea angustifolia no carece de propiedades terapéuticas, es sobre todo por sus virtudes antiinflamatorias e inmunoestimulantes por lo que se ha desarrollado su cultivo en Europa. Para uso tópico, el extracto de su raíz es particularmente interesante para las afecciones cutáneas reactivas, y en particular el cuero cabelludo, una zona excesivamente sensible a todo tipo de estrés exógeno (rayos UV, radicales libres, oxidación; estrés físico, mecánico, químico, etc.). El extracto de asteráceas devuelve suavemente el cuero cabelludo irritado a su estado normal, combatiendo la irritación y calmando la inflamación.
Sus mecanismos de acción han sido objeto de numerosos estudios de investigación para demostrar su eficacia y seguridad. Dos clases de moléculas intervienen en la acción de las asteráceas contra la irritación: los compuestos fenólicos y los polisacáridos.
Los primeros están representados por el equinacósido, un derivado del ácido cafeico con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que abunda en la Echinacea angustifolia. Estos últimos hacen maravillas calmantes y se encuentran en varias plantas asociadas a este tipo de acción, como el Aloe vera.
La acción calmante de la equinácea es el resultado de la sinergia de sus componentes sobre varias dianas farmacológicas implicadas en los mecanismos de la inflamación. En resumen, forman una combinación de ingredientes activos que son a la vez combatientes de la inflamación y guardianes de la seguridad de nuestro cuerpo allí donde se produce la irritación.
La raíz del asunto
Los beneficios de la Echinacea angustifolia se encuentran en sus raíces. Para René Furterer, la planta se cultiva en Alemania y se extrae mediante un proceso 100 % natural con agua y glicerina de origen vegetal. Esta extracción, denominada hidroglicerina, se realiza en frío, alternando la maceración y la percolación (método basado en el vapor) durante 24 a 48 horas. Tras su filtración, el extracto obtenido se incorpora a las formulaciones de los productos de cuidado y champús calmantes de la gama Astera, donde su combinación con los aceites esenciales fríos de menta y eucalipto calmará la irritación de los cueros cabelludos necesitados de equilibrio y protegerá a los más sensibles de las agresiones de la vida diaria.
